Los Comienzos, hasta 1970
El 7 de mayo de 1945, mientras San Miguel descansa de un largo día, en
uno de los despachos de la intendencia municipal, se sigue trabajando.
El comisionado, teniente coronel Juan B. Morilla, junto con un
grupo de vecinos, continúan esa noche, una serie de reuniones
que han venido realizando.
Pero el encuentro será más importante que los anteriores: si los otros
fueron nada más que simples prolegómenos de esa noche, este se
convertirá en el prolegómeno de cincuenta años de historia. ¿Por
qué?, Porque el 7 de mayo de 1945, el grupo de vecinos que se
venían reuniendo a deshoras, deciden la creación del voluntariado
de Bomberos de General Sarmiento.
Una semana más tarde, el 15 de mayo de 1945, quedó constituida la flamante
Comisión Directiva provisoria de lo que desde entonces conocemos
con el nombre de SOCIEDAD CUERPO DE BOMBEROS VOLUNTARIOS DE GENERAL
SARMIENTO. Fue la fundación, fueron los hombres:
Comisión Directiva
Presidente: José Bernardino
Quesada (por Pfeiffer y Cía.)
Vicepresidente: Ponciano
País
Secretario: Luis Auzmendi
(por Michelin S.A.)
Prosecretario: Antonio Trillini (por Julio Trillini)
Tesorero: Salvador Tavella
Vocales: Fernando Zugasti (por Cerámica Alberdi); Emilio Revecchi
(por Estudios San Miguel) ;José María Recabeytía Estenaga (por
Alvarez Vázquez); José Maria Bengochea (por Tarsia y Cía);Luis
Gardi (por Pirovano, Speranza y Cía); Antonio Crimella (por Crimella
y Cía).
Los nombres de quienes conformaron esta primer comisión directiva de Bomberos,
hacía presumir ya, que esta vez la cosa iría en serio. Todos ellos
son prominentes comerciantes de la zona y representantes de importantes
industrias instaladas en el partido y era bien claro que no sería
posible la formación de un voluntariado de bomberos sin el decidido
apoyo del comercio y la industria local.
Pero, ¿era la primera vez que en San Miguel se hablaba de la creación de
un Cuerpo de Bomberos? No, muchas veces, con anterioridad, se
había tratado la cuestión. A fines de la década del veinte, encontramos
ya que el periodismo local se hacía eco de la necesidad de contar
con Bomberos Voluntarios en el distrito.
Ya antes de 1945, se habían producido siniestros e incendios en General
Sarmiento. Pero los siniestros no pasaron de ser tomados por leves
y aunque se advirtiera la importancia de los bomberos, la verdad,
es que la mayoría de los incendios, sobre todo en los campos que
rodeaban al pueblo, se apagaban a los "baldazos" y a
los "bolsazos".
Cuando el acontecimiento revestía alguna gravedad y los casuales circundantes
estaban imposibilitados ya de hacer nada, se podía llegar a llamar
a cuarteles de partidos vecinos, como el de San Fernando o el
de San Martín; también el Cuerpo de Bomberos que actuaba en Defensa
Antiaérea Pasiva de El Palomar, instalado permanentemente en la
base de aviación del ejército.
Tal, lo que aconteció una noche de enero de 1945. Mucho calor. Mucha gente
consumiendo la energía de los refrigeradores de La Central (sobre
León Gallardo, a metros de la plaza)'y de repente el griterío:
la confitería del "pibe" (en la esquina de la parroquia:
Belgrano y Sarmiento) se estaba incendiando. Un piso de madera,
un sótano, unas mesas y sillas, una heladera comercial, cargada
de bebidas. Unos parroquianos tirando hacia afuera a la heladera,
un sótano tirando la heladera hacia adentro, estallido de
botellas, fuego creciendo más y más, y la policía corriendo a lonjazos
a los incautos que quieren salvar el refrigerador, y a los curiosos
que bichean. Y finalmente, llegando tarde, aunque vinieron rápido,
los bomberos de San Martín.
El ominoso siniestro de enero de 1945, en una de las esquinas de la plaza,
fue la chispa que despertó a los pobladores de San Miguel. De
una vez por todas había que decidirse a formar un cuerpo de bomberos.
El 18 de octubre de 1944, un decreto del gobierno de la Provincia de Buenos
Aires, erigía oficialmente a San Miguel, como ciudad.
En el mes de enero de 1945, en una esquina de la plaza de San Miguel, se
incendiaba la confitería Belgrano. El 15 de mayo de 1945, se fundaba
la SOCIEDAD CUERPO DE BOMBEROS VOLUNTARIOS DE GENERAL SARMIENTO.
A los pocos días del trágico suceso de la confitería Belgrano, más exactamente
el 7 de febrero de
1945, José Sebastián Nini, hombre
de 54 años de edad, suboficial del ejército y vecino de San Miguel,
es nombrado Jefe de Bomberos por la Junta de Defensa Antiaérea
Pasiva. Cuando el 15 de mayo de 1945 se constituye la primer comisión
provisoria de la SOCIEDAD CUERPO DE BOMBEROS VOLUNTARIOS DE GENERAL
SARMIENTO, José Sebastián Nini, se transforma en el primer Jefe
del Cuerpo de bomberos voluntarios.
Desde luego que su principal tarea consistió en la formación del Cuerpo
Activo, para lo cual contó con la colaboración del municipio y
de los propios interesados en ser parte de Bomberos, los que se
iban llamando unos a otros.
Tenemos el ejemplo de Francisco Victoriano Cajal, un tucumano de enorme
espíritu y cuerpo menudo y sólido, que por entonces contaba con
22 años. Cajal que recientemente había realizado su servicio militar,
trabajaba por entonces (aún lo sigue haciendo), como personal
civil de Defensa Antiaérea en El Palomar. No tenía por entonces
vivienda propia en Bs. As. y un joven amigo, Jorge Rey, (cuyo
padre poseía una panadería muy conocida en San Miguel, junto con
sus hermanos), lo hospedó por un tiempo en su casa. Cajal, quien
estuviera presente en el famoso incendio de la confitería Belgrano,
invitó entonces a Rey a sumarse al cuerpo de bomberos, quien a
su vez convocó al que más tarde sería su compadre: Julián Néstor
Carretero.
Otros que por aquellos años colaboraron en el reclutamiento de los primeros bomberos, fueron los Rodríguez,
tanto el padre Antonio Fructuoso Rodríguez (primer presidente
de la Comisión Directiva Titular) como sus hijos Martín (el "negro")
y particularmente Leoncio (el "Flaco"), el que además
pudo ostentar en su chapa identificatoria el número 1 del Cuerpo
de Bomberos Voluntarios del distrito.
A los veinte días de que se formara la Comisión Provisoria, el 5 de junio,
la institución contaba con veintiuna solicitudes para ingresar
al Cuerpo Activo. Los futuros bomberos debían ser hombres de probada
honradez, y por este motivo los postulantes tuvieron que adjuntar
certificados de buena conducta, junto con su documentación. Asimismo,
fueron sometidos a un examen médico, dado el tipo de labor que
iban a desempeñar. Pero la mayoría de ellos, salvo una o dos excepciones,
fueron aceptados en el cuerpo, y el grupo oficial del Cuerpo Activo
de 1946, no es otro que el de los postulantes de un año antes.
En la serie de nombres que ahora ofrecemos, encontraremos a muchos que
más tarde serían leyenda en la historia de Bomberos: José Sebastián
Nini, Armando Bentancour, Teodoro E. Pafundi, Juan Bidetti, Félix
Octavio Bocquia, Fernando Ever Caffaro, Francisco Victoriano Cajal,
Alberto Marcelino Callerón, Rutilio Norberto Cruz, Julián Néstor
Carretero, Rafael Hero Cajaro, Luis Gabrielli, Ernesto 6onzález,
Teófilo Gil, Hilario Gabrielli, Tomás Alberto Lourdes, Juan Fidel
Marín, Tomás Heraldo Moyano, Félix Madinabeytía, Manuel Romualdo
Olmedo, José Leoncio Rodriguez, Jorge Antonio Rey, Mario Felipe
Sosa, Demetrio Cosme Urquijo, Ezequiel Alcilez Viñaes, Enrique
Vicente Caporale, Enrique Klequen, Raimundo Rodríguez y como enfermeros,
Orlos Di Próspero y Eduardo Santos Richiusa.
A mediados de Junio de 1945 ya estaba conformado el primer
Cuerpo de Bomberos Voluntarios de General Sarmiento. La mayoría
de los hombres que integraron este primer Cuerpo Activo, eran
empleados de la municipalidad y no todos eran demasiado jóvenes
como podría esperarse, aunque sí lo era el cuerpo en su conjunto.
Encararon la tarea con ímpetu y una gran dosis de fe. Algunos, al correr
de los años, pudieron repetir, comohoy lo hace Francisco Victoriano
Cajal, quien este año cumple sus cincuenta años con la institución,
el viejo lema de los bomberos de La Boca (primer voluntariado
con qué contó el país) de que "Volere e potere".
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